
Actualmente nuestro país cuenta con la Norma Chilena 3562, que define y clasifica la gestión de Residuos de la Construcción y Demolición (RCD). Este avance es de gran relevancia para establecer una metodología genérica para el rubro de la construcción que incentive la disminución en la generación de residuos y una correcta disposición en sitios autorizados.
Para gestionar los RCD el primer paso es prevenir la generación de residuos, luego es reducir, valorizar y finalmente hacer una disposición final adecuada en sitios autorizados para ese propósito. Dentro de la valorización, se considera la reutilización, reciclaje y valorización energética.
La clasificación de los RCD es la siguiente:
- Residuos peligrosos
- Residuos no peligrosos
Los residuos no peligrosos, se clasifican en:
- Residuos inertes
- Residuos no inertes
- Residuos asimilables a domiciliarios
Además, la normativa indica que se debe establecer un plan de manejo RCD que considere un encargado de la gestión de los residuos dentro de la obra. Además, existe la obligación de declarar mensualmente la generación de residuos en el Registro de Emisiones y Transferencias de Contaminantes (RETC)
Actualmente hay algunos ejemplos en la industria que aplicaron esta estrategia y se lograron disminuir costos, optimizar tiempos en obra y mejorar estándares de calidad y seguridad en las obras.
En definitiva, es de suma relevancia sumarse cuanto antes a esta nueva metodología de manejo de los residuos de la construcción, con el propósito de evitar pérdidas, disminuir costos y volúmenes a disponer, junto con reducir los impactos ambientales, sanitarios y sociales de una incorrecta disposición final en sitios no autorizados.